Descarta México “cielos abiertos”

El gobierno federal anunció un esquema proteccionista para la industria mexicana de la aviación, por lo que “no abrirá los cielos” hasta que las empresas del sector se consoliden.

Aída Ulloa
El Universal
Sábado 04 de agosto de 2007

El gobierno federal anunció un esquema proteccionista para la industria mexicana de la aviación, por lo que “no abrirá los cielos” hasta que las empresas del sector se consoliden, operen con números negros y con flujos que les permitan invertir para mejorar sus esquemas de competencia.

El titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Luis Téllez, expuso lo anterior durante la conmemoración del 49 aniversario de la fundación de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA).

El funcionario dijo que la decisión durará todo el sexenio.

Adelantó que “sin lugar a dudas va a haber presiones (de Estados Unidos), pero nosotros somos un país soberano que tomamos nuestras propias decisiones”.

Como parte de los compromisos pactados en el marco de la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (ASPAN), México, Canadá y Estados Unidos deben tener un régimen regulatorio compatible en transporte aéreo para facilitar la política de “cielos abiertos”.

En la ceremonia de ASPA, Téllez comentó que “como Estados Unidos abrió sus cielos con la Unión Europea, nos dijeron que si nosotros íbamos a seguir y recibieron una respuesta categórica, y les aseguro que la seguirán recibiendo durante los siguientes seis años, tenemos que consolidar a la industria”.

La decisión gubernamental de no plegarse a los “cielos abiertos” impedirá a las aerolíneas extranjeras hacer libremente vuelos en el territorio nacional.

El secretario de Comunicaciones y Transportes dijo que se han tenido pláticas con el gobierno de Estados Unidos, e inclusive su contraparte de ese país (Mary Peters) le planteó la posibilidad de abrir las fronteras aéreas.

Dennis Anthony Lazarus, secretario general de ASPA, advirtió que si el gobierno federal toma la decisión de abrir los cielos en las circunstancias actuales, “nuestro espacio aéreo dejará de ser mexicano y se perderán miles de empleos”.

Luis Téllez afirmó que la aviación nacional pasa momentos difíciles, en particular las principales aerolíneas troncales: Mexicana y Aeroméxico.

“Es tiempo de que las líneas aéreas tomen las medidas operativas adecuadas, de comercialización y otras medidas que permitan hacer más eficiente su operación”, dijo.

Informó que en apoyo, establecerá mesas de trabajo en la SCT junto con ASPA y la Secretaría del Trabajo para analizar lo que sucede en la industria y encontrar soluciones en conjunto.

También destacó la necesidad de mejorar las instalaciones aeroportuarias del país, que se cumplan los contratos con las empresas concesionarias de aeropuertos y encontrar una solución para el tráfico aéreo en el Distrito Federal.

“Tenemos que asegurar la seguridad de 36 millones de pasajeros, la eficiencia con la que se transportan 300 mil toneladas de carga. Los pasajeros vienen creciendo a tasas del 11% anual y la carga a tasas entre 5% y 7% anual”, apuntó Luis Téllez.

Deniss Lazarus coincidió en que existe un entorno adverso en la aviación, “hay un esquema de agresividad y desigualdad en la competencia nacional e internacional”.

Recordó que las empresas troncales enfrentan una guerra de tarifas mediante la diversificación de su modelo de negocios frente a aerolíneas de bajo costo, que les está aportando recursos, pero no es suficiente.

“Siguen siendo incapaces de detener su deterioro financiero, ambas (Aeroméxico y Mexicana) reportan pérdidas importantes en el primer semestre de 2007, situación que no van a superar en tanto no haya inversión para crecer a mercados desatendidos por falta de equipos, por políticas comerciales poco agresivas y por el total desastre en sus áreas operativas”.

Lazarus declaró que hay una competencia desleal; la guerra de tarifas se agranda por cuestiones como boletos vendidos a un peso, por los nuevos operadores que quieren ganarse el mercado, y que después ajustan las tarifas al alza.

Otro problema en el sector es el incremento de los precios del petróleo y, por tanto, el aumento en el precio de la turbosina y denunció que en materia laboral persiste el contratismo de protección patronal, que la STPS ofreció combatir.
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