miércoles, 22 de agosto de 2007

80 mil personas usan la bicicleta como transporte público en Barcelona

En la actualidad, hay un centenar de estaciones y unas mil 500 bicicletas y, para finales de 2007, se espera alcanzar las 200 estaciones y unas tres mil bicicletas.

Barcelona.- Más de 80 mil personas se han sumado al uso de la bicicleta como nuevo servicio de transporte público en Barcelona, lo que ha resultado un éxito entre la población y ha servido para descongestionar el tráfico y reducir la contaminación.

La iniciativa del Ayuntamiento de Barcelona, noreste de España, que comenzó a funcionar en marzo pasado, ha superado las expectativas de abonados al programa denominado Bicing.

Este sistema de alquiler de bicicletas ofrece una alternativa al transporte tanto en carro propio como en autobús que también tuvo éxito en otras urbes europeas como Copenhague, Dinamarca.

Inaugurado el pasado 22 de marzo, Bicing ya ha registrado un millón de usos (cada vez que un usuario toma una bicicleta para realizar un trayecto y la devuelve al finalizar su desplazamiento).

El servicio automático Bicing te permite coger una bicicleta en cualquiera de las estaciones del circuito (ahora hay unas 100), ir a tu destino y dejar la bici en la estación más cercana a un precio muy asequible (0.40 dólares por cada trayecto menor a 30 minutos).

La red de paradas Bicing, que irá creciendo de forma progresiva hasta las 200 a final de año, recorre los principales puntos céntricos de Barcelona y llega hasta la zona de playa.

En la actualidad, hay un centenar de estaciones y unas mil 500 bicicletas y, para finales de 2007, se espera alcanzar las 200 estaciones y unas tres mil bicicletas.

De hecho, los usuarios ven como uno de los aspectos negativos de Bicing el escaso número de bicicletas para la elevada cifra de usuarios, declaró a Notimex uno de ellos, Oscar Navos, así como el reducido número de mapas de estaciones.

Para Claudia García, venezolana de 25 años, ‘a veces el sistema para retirar tu bici falla por motivos informáticos o electrónicos’, como cuando hubo un gran apagón en Barcelona hace unas semanas.

Las estaciones están cerca de entradas del metro suburbano, del tren, de paradas de autobuses o estacionamientos públicos de carros, para fomentar el uso de la bici por el centro de la urbe, donde el tráfico es más denso.

Para tomar una bici, sólo hay que pasar la tarjeta de usuario (cuesta 32 dólares al año o bien una suscripción semanal por 1.3 semanales) delante del lector que hay en cada estación.

Se trata de una tarjeta electrónica, como una tarjeta de crédito, y el sistema Bicing descuenta al usuario de su cuenta bancaria los gastos que haya realizado con la bici.

Sólo pueden abonarse a Bicing personas mayores de 16 años y el 91 por ciento de los usuarios las utiliza durante menos de 30 minutos, es decir, para pequeños desplazamientos.

Bicing es un nuevo medio de transporte público y un complemento ideal al transporte tradicional de la ciudad de Barcelona.

Su finalidad es cubrir los pequeños trayectos diarios que se hacen dentro de la urbe y es un servicio operativo los 365 días del año.

La bicicleta no se puede utilizar más de dos horas por trayecto, pues transcurrido ese tiempo, hay una penalización de cuatro dólares por hora o fracción de más.

Si el usuario sobrepasa este límite de tiempo tres veces, se le dará de baja del servicio de forma automática.

Además, el usuario de este servicio se despreocupa de los robos de bicis particulares que, pese a los numerosos candados, siguen siendo objeto de delincuentes callejeros.

Entre algunas de las condiciones del sistema destacan que la tarjeta del usuario Bicing es personal e intransferible y no se puede llevar a ninguna otra persona en la bicicleta.

La persona abonada al servicio se hace totalmente responsable de la bicicleta desde el momento en que la toma de una estación hasta que la devuelve y asumirá cargos económicos en caso de robos o daños.

Notimex

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